Investigaciones e intervenciones en contextos de vulnerabilidad: movilidades humanas, violencias y educación

Abstract

Desde 1950 el Valle de San Quintín ha sido un destino principal de migración en México. En las décadas de los años 70 y 80, la agricultura creció, y la construcción de la carretera transpeninsular en 1973 atrajo a inversionistas transnacionales y trabajadores. Jornaleros agrícolas llegaron de Sinaloa, Michoacán, Guanajuato y Jalisco. Posteriormente, de Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Veracruz. Hoy en día, hay migrantes de otros estados y países latinoamericanos. Manifestaciones de los jornaleros revelaron dificultades laborales y condiciones de vida precarias. Productores y autoridades realizaron esfuerzos para mejorar estas condiciones. El 27 de febrero de 2020 fue un día trascendental: San Quintín se convirtió en el sexto municipio de Baja California, gracias a las gestiones y movimientos de líderes locales. Tal evolución en San Quintín generó la hipótesis de que la migración es más extensa y que la condición de salud en la población debe mejorar. Pero ¿qué políticas públicas y laborales se han desarrollado para mejorar la salud y la seguridad laboral de los trabajadores? ¿Qué retos y oportunidades existen en la comunidad?