Prácticas exitosas para la promoción de la salud en instituciones de educación superior

Abstract

Si bien es cierto que el análisis sobre la promoción de la salud no es un tópico reciente, se debe recordar que la conferencia internacional sobre Atención Primaria en Salud de Alma Ata 1978 fue un referente de valor para lo que se estableció en la Carta de Ottawa de 1986 permitiendo un camino sólido para pasar de la retórica a la acción en materia de promoción de la salud. El recorrido no ha sido fácil, pero gracias a las diversas conferencias internacionales, acuerdos y agendas políticas es que se ha mantenido el interés por generar estrategias fundamentales para favorecer los estilos de vida saludables y el bienestar que permea sobre el beneficio personal y colectivo. Ejemplo de lo anterior es el plan de acción que se enmarca en la Agenda 2030 con los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS); los cuales buscan integralmente un impacto positivo en las personas, el planeta y la prosperidad. Dicha agenda trascendió de manera propositiva en la Carta de Okanagan para la Promoción de la Salud en Universidades e Instituciones de Educación Superior, poniendo énfasis que la promoción de la salud es un asunto colectivo, de comunidad. Al reflexionar sobre la evolución de las Universidades Promotoras de la Salud (UPS) se hace evidente que este movimiento ha moldeado de manera significativa la integración de la salud en los entornos académicos. Desde los esfuerzos pioneros en el Reino Unido durante la década de los noventa, hasta la influencia global de la Carta de Okanagan y la expansión del movimiento UPS en en el Reino Unido durante la década de los noventa, hasta la influencia global de la Carta de Okanagan y la expansión del movimiento UPS en América Latina, estos hitos subrayan el potencial transformador de las universidades como espacios de bienestar integral. Por lo tanto, la promoción de salud en los entornos universitarios como movimiento internacional ha posicionado la urgencia de un trabajo en conjunto y de carácter colectivo para satisfacer las necesidades que imperan en los contextos escolares. Por ello, resulta vital reconocer que la promoción de la salud es el conjunto de acciones que nos permite, en primer lugar, identificar nuestros hábitos para el cuidado personal y posteriormente valorar las áreas de nuestra vida que debemos atender o prestar más atención. Es a través de actividades integrales que generamos los factores protectores necesarios para mantener un estilo de vida que nos beneficie de manera personal. El gran valor de estas actividades radica en que los ambientes se vuelven saludables cuando todas las personas participamos con actitudes que fomentan el autocuidado no solo por un tiempo limitado, sino de manera prolongada. De este modo, logramos niveles de bienestar que favorecen el desarrollo de territorios sostenibles. A partir de este enfoque integral, que nos invita a cuidarnos mutuamente y a desarrollar hábitos saludables de manera continua, corresponde especialmente a las universidades promover la salud. Este papel va más allá de satisfacer necesidades inmediatas, pues también nos prepara para enfrentar juntos los retos futuros en cuestiones de bienestar y sostenibilidad. Para asegurar que la promoción de la salud en las universidades evolucione de manera efectiva, es indispensable que las instituciones educativas se adapten, integren diferentes disciplinas y fomenten el bienestar en su territorio. Esto también implica crear espacios académicos centrados en la salud y el bienestar como prioridades, donde sea posible reunirse para intercambiar ideas, aprender de las experiencias y, establecer redes de conexión e inspiración mutua, desarrollando lazos que impulsen nuevas iniciativas. Por ello, la Red Mexicana de Universidad Promotoras de la Salud consideró que se requería de un espacio para reunir las experiencias acumuladas. El Coloquio: Prácticas Universitarias Exitosas en Promoción de la Salud, que se ha realizado en dos ocasiones, ha sido una respuesta a esta necesidad. Con la participación de más de veinte de ponentes, se han compartido los resultados de sus experiencias en promoción de la salud y el bienestar de sus propias comunidades. Durante el coloquio, se han destacado los pasos previos a la implementación de estas prácticas, así como las bases que estas experiencias establecen para el desarrollo de nuevas estrategias que respondan a las necesidades particulares de cada contexto. En la estela de la pandemia de COVID-19, las instituciones de educación superior han enfrentado situaciones sin precedentes que han puesto a prueba su capacidad para adaptarse y evolucionar. La pandemia ha subrayado la importancia crítica de la salud en todas sus dimensiones, consolidándola como un pilar fundamental del bienestar de las comunidades universitarias. En esta realidad emergente, la capacidad de las instituciones para responder a las demandas emergentes de salud, apoyar el bienestar y fomentar un sentido de pertenencia se ha vuelto más esencial que nunca. A medida que avanzamos, la capacidad de resiliencia demostrada por estas universidades ofrece un modelo para el futuro de las UPS. Las circunstancias actuales han puesto de manifiesto la necesidad de un enfoque más integral e inclusivo de la salud, que sitúe el bienestar en eje de los esfuerzos institucionales. A través del empoderamiento, la innovación y el compromiso de escuchar diversas perspectivas, se espera que los principios de la promoción de la salud se consoliden, creando espacios académicos más saludables en todo el mundo. Este libro explora cómo las universidades a lo largo de México han enfrentado exitosamente las necesidades de sus entornos en respuesta a las demandas de estudiantes y profesorado, con un énfasis en la salud y el bienestar, el desarrollo de nuevos sistemas de apoyo y el fortalecimiento de competencias individuales y sociales. A través de las voces de quienes integran estos escenarios académicos, se ofrecen enseñanzas valiosas sobre el continuo proceso de la promoción de la salud. Enmarcado en las aportaciones de las dos ediciones del Coloquio, esta obra busca difundir el conocimiento generado por experiencias compartidas, para que nuestras universidades se conviertan en ejemplos de entornos saludables, capaces de inspirar cambios positivos en la sociedad.